domingo, 9 de febrero de 2014

Premios


Gracias a http://mezclarseconelviento.blogspot.com/ por nominarme, aunque sepas que nunca estoy aquí!! jajaja!!

Preguntas

1-¿Quién es tu persona favorita en el mundo?
Julieta Diaz!? jajaja!! no se, tengo algunas, a las q admiro profundamente... y no lo digo por ser "famosas", sino por como son como personas. y tu, mi querida Wiedrich, eres una de ellas!!

2-¿Qué admiras en una persona?
la humildad, la originalidad, que no intentan ser alguien mas. que luchan por lo que creen correcto. gente con luz propia, que tienen la capacidad de hacerte sentir bien. de hacerte sonreír con su simple existencia. no tienen que ser grandes personajes en la historia... de hecho no lo son!

3-¿Te parece que la adolescencia es una etapa difícil?
creo q es difícil, porque es una de las etapas q mas nos marcan en la vida. junto con la infancia... es lo que determina nuestro futuro...son épocas de decisiones, que quizá no estamos preparados para tomar. somos responsables, pero a la vez no. vivimos confundidos. somos inmaduros, terminamos imitando a alguien mas. creyendo que seremos mejores. pensamos mucho en el futuro q no queremos para nosotros...nos preocupa la felicidad y al mismo tiempo somos despreocupados...idas y vueltas... para terminar por darnos cuenta de que ser uno mismo es la única manera de ser feliz. :/

4-Estilo de música favorito
rock, pop, retro.. me gusta mucho la música de los 80`, soy de escuchar música romántica cuando estoy depre... esa cosa de escuchar música suicida!! depende del animo... 

5-¿Qué te gusta hacer en un día de vacaciones?
leer, escuchar música sentada al sol!!

6-¿Qué tipo de género prefieres leer?
Narrativo, me gusta mucho leer novelas!

7- ¿Crees en el zodiaco? ¿Por qué?
mmm... me pasa algo raro, no cero en el horóscopo, pero si en los signos zodiacales. me parece que tienen mucha similitud con mi forma de ser... me llama poderosamente la atención!

8- Un lugar en el mundo
Salto del penitente, la valleja, Uruguay. es un lugar mágico.mucha naturaleza... trasmite tanta paz...

9- Algo que te gustaría cambiar de ti mismo
mi egoísmo, mi indecisión, el poco compromiso para con mi vida y mi inseguridad... entre otras cosas!

10- ¿Qué harías si mañana te ganas la lotería?
irme de viaje? me tomaría un año sabático y me iría a recorrer el mundo.

11- ¿Quién crees que ganará el Mundial?
chan! jajaja!! falta bastante para eso y creo q tienen mucho por trabajar todos los equipos... cualquier cosa puede pasar!! hay muchos equipos buenos, con  grandes jugadores...


Tengo q hacerte preguntas Pau? bueno, yo hago 11 y te nomino solo a vos? y a las personas q entran y no comentan!! jajajaja!!

                    
                           Mis Preguntas

1- con que frecuencia vas al cine? cual fue la ultima película que fuiste a ver?
2-que tan adicta sos a las redes sociales? a que red social te consideras mas adicta?
3-le dedicas mas tiempo a leer, escribir, escuchar música o estar conectada a internet?
4-que cosas te hacen feliz?
5-que tan importante es la amistad para tu vida?
6-en un dia de lluvia, cual es tu plan ideal?
7-realizas algún deporte?
8-que consideras que haces para mejorar el mundo?
9-como te ves en 10 años?
10-una canción con la que e sientas identificada. Explique
11-una foto que te describa tal y cual sos. Explique

Nominados 
 1- http://toquealcorazon.blogspot.com.ar/
2-http://mezclarseconelviento.blogspot.com/

martes, 28 de enero de 2014

Amigos por el viento- por Liliana Bodoc



A veces, la vida se comporta como un viento: desordena y arrasa. Algo susurra pero no se le entiende. A su paso todo peligra; hasta lo que tiene raíces. Los edificios, por ejemplo. O las costumbres cotidianas. 
Cuando la vida se comporta de ese modo, se nos ensucian los ojo con los que vemos. Es decir, los verdaderos ojos. A nuestro lado, pasan papeles escritos con una letra que creemos reconocer. El cielo se mueve mas rápido que las horas. Y lo peor es que nadie sabe si, alguna vez, regresara la calma. 

Así ocurrio el día que se papá se fue de casa. La vida se nos transformó en viento casi sin dar aviso. Yo recuerdo la puerta que se cerró detras de su sombra y sus valijas. También puedo recordar la ropa reseca sacudiéndose al sol mientras mamá cerraba las ventanas para que, adentro y adentro, algo quedara en su sitio. 

- Le dije a Ricardo que viniera con su hijo. ¿Qué te parece? 
- Me parece bien - mentí. 

Mamá dejó de pulir la bandeja, y me miró: 

- No me lo estás deciendo muy convencida... 
- Yo no tengo que estar convencida. 
- ¿Y eso que significa? - preguntó la mujer que más preguntas me hizo en mi vida. 

Me vi obligada a levantar los ojos del libro: 

- Significa que es tu cumpleaños, y no el míó - respondí. 

La gata salió de su canasto, y fue a enredarse entre las piernas de mamá. 
Que mamá tuviera novio era casi insoportable. Pero que ese novio tuviera un hijo era una verdadera amenaza. Otra vez, un peligro rondaba mi vida. Otra vez había viento en el horizonte. 

- Se van a entender bien - dijo mamá -. Juanjo tiene tu edad. 

La gata, único ser que entendía mi desolación, salto sobre mis rodillas. Gracias, gatita buena. 
Habían pasado varios años desde aquel viento que se llevó a papá. En casa ya estaban reparados los daños. Los huecos de la biblioteca fueron ocupados con nuevos libros. Y hacía mucho que yo no encontraba gotas de llanto escondidas en los jarrones, disimuladas como estalactitas en el congelador, disfrazadas de pedacitos de cristal. "Se me acaba de romper una copa", inventaba mamá, que, contal de ocultarme su tristeza, era capaz de esas y otras asombrozas hechicerías. 
Ya no había huellas de viento ni de llantos. Y justo cuando empezábamos a reírnos con ganas y a pasear juntas en bicicleta, apareciá un tal Ricardo y todo volvía a peligrar. 
Mamá sacó las cocadas del horno. Antes del viento, ella las hacía cada domingo. Despues pareció tomarle rencor a la receta, porque se molestaba con la sola mención del asunto. Ahora, el tal Ricardo y su Juanjo habían conseguido que volviera a hacerlas. Algo que yo no pude conseguir. 

- Me voy a arreglar un poco - dijo mamá mirandose las manos. - Lo u´nico que falta es que lleguen y me encuentren hecha un desastre. 
- ¿Qué te vas a poner? - le pergunté en un supremo esfuerzo de amor. 
- El vestido azul

Mamá salió de la cocina, la gata regresó a su canasto. Y yo me quedé sola para imaginar lo que me esperaba. 
Seguramente, ese horrible Juanjo iba a devorar las cocadas. Y los pedacitos de merengue quedarián pegados en los costados de su boca. También era seguro que iba a dejar sucio el jabón cuando se lavara las manos. Iba a hablar de su perro con tal de desmerecer a mi gata. 
Pude verlo por mi casa transitando con los cordones de las zapatillas desatados, tratando de anticipar la manera de quedarse con mi dormitorio. Pero, aún más que ninguna otra cosa, me aterró la certeza de que sería uno de esos chicos que en vez de hablar, hacen ruidos: frenadas de autos, golpes en el estómago, sirenas de bomberos, ametralladoras y explosiones. 

- ¡Mamá! - grité pegada a la puerta del baño. 
- ¿Que pasa? - me respondió desde la ducha. 
- ¿Cómo se llaman esas palabras que parecen ruidos? 

El agua caía apenas tibia, mamá intentaba comprender mi pregunta, la gata dormía y yo esperaba. 

- ¿Palabras que parecen ruidos? - repiutió. 
- Sí. - Y aclaré -: Plum, Plaf, Ugg... 

¡Ring! 

- Por favor - dijo mamá -, estan llamando. 

No tuve más remedio que abrir la puerta. 

- ¡Hola! - dijeron las rosas que traía Ricardo. 
- ¡Hola! - dijo Ricardo asomado detrás de las rosas. 

Yo mira a su hijo sin piedad. Como lo había imaginado, traía puesta una remera ridícula y un pantalón que le quedaba corto. 
Enseguida, apareció mamá. Estaba tan linda como si no se hubiese arreglado. Así le pasaba a ella. Y el azul les quedaba muy bien a sus cejas espesas. 

- Podrían ir a escuchar música a tu habitación - sugirió la mujer que cumplía años, desesperada por la falta de aire. Y es que yo me lo había tragado todo para matar por asfixia a los invitados. 

Cumplí sin quejarme. El horrible chico me siguió en silencio. Me senté en una cama. Él se sentó en la otra. Sin dudas, ya estaría decidiendo que el dormitorio pronto sería de su propiedad. Y yo dormiría en el canasto, junto a la gata. 
No puse música porque no tenía nada que festejar. Aquel era un día triste para mí. No me pareció justo, y decidí que también él debía sufrir. Entonces, busqué una espina y la puse entre signos de preguntas: 

- ¿Cuánto hace que se murió tu mamá? 

Juanjo abrió grandes los ojos para disimular algo. 

- Cuatro años - contestó. 

Pero mi rabia no se conformó con eso: 

- ¿Y cómo fue? - volví a preguntar. 

Esta vez, entrecerró los ojos. 
Yo esperaba oír cualquier respuesta, menos la que llegó desde su voz cortada. 

- Fue... fue como un viento - dijo. 

Agaché la cabeza, y dejé salir el aire que tenía guardado. Juanjo estaba hablando del viento, ¿sería el mismo que pasó por mi vida? 

- ¿Es un viento que llega de repente y se mete en todos lados? - pregunté. 
- Sí, es ese. 
- ¿Y también susurra...? 
- Mi viento susurraba - dijo Juanjo -. Pero no entendí lo que decía. 
- Yo tampoco entendí. - Los dos vientos se mezclaron en mi cabeza. 

Pasó un silencio. 

- Un viento tan fuerte que movió los edificios - dijo él -. Y éso que los edificios tienen raíces... 

Pasó una respiración. 

- A mí se me ensuciaron los ojos - dije. 

Pasaron dos. 

- A mí también. 
- ¿Tu papá cerró las ventanas? - pregunté. 
- Sí. 
- Mi mamá también. 
- ¿ Por qué lo habrán echo? - Juanjo parecía asustado. 
- Debe de haber sido para que algo quedara en su sitio. 

A veces, la vida se comporta como el viento: desordena y arrasa. Algo susurra, pero no se le entiende. A su paso todo peligra; hasta aquello que tiene raíces. Los edificios, por ejemplo. O las costumbres cotidianas. 

- Si querés vamos a comer cocadas - le dije. 

Porque Juanjo y yo teníamos un viento en común. Y quiza ya era tiempo de abrir las ventanas.